Porque todo tiene un comienzo.
Esta frase se me pasó por la cabeza antes de irme a dormir el otro día, y me llevó a varias cuestiones; qué fuimos, qué somos y qué seremos.
Fuimos tan solo un prólogo a lo que nos acontece, preludio de lo que vivimos y , aun así, no somos capaces de comprender la estela que dejaron nuestros antepasados. Creamos juicios morales de algo que no vivimos y sin embargo, nos creemos ecuánimes para establecer una línea férrea entre lo bueno y lo malo. Ya lo dijo Wiston Churchill: si el presente trata de juzgar el pasado, perderá el futuro.
La Historia es imparable,nos arrastra todos los días -incluso sin ser conscientes de ello- pero nos arrastra hasta a la deriva.
Todo tiene un comienzo -me dije- todo proviene de una cadena de porqués con opiniones divergentes.
En ese prólogo llamado Historia que mencioné al principio,buscamos respaldos,buscamos esperanzas pero sobre todo, respuestas. Respuestas a preguntas que quizás jamás se cumplan o se repitan, pero buscamos esas respuestas latentes en nuestro fuero interno.
No puedo evitarlo, se me escapa la mirada a aquello que no puedo ver, a aquello que tiene un trasfondo,intento buscar una mirada clara que me proporcione algo de luz en todo este compendio de ideas que componen a la Historia porque, en el fondo, se que todo tiene un comienzo.
Patricia Domínguez
Reflexión interesantísima que afecta a aspectos teóricos de la Historia. Estoy completamente de acuerdo cuando señalas que no podemos ser tan pretenciosos como para juzgar la Historia.
ResponderEliminarMagnífica aportación.
Atentamente,